Acerca de nosotros

Nuestra responsabilidad como profesores universitarios va más allá de transmitir contenidos académicos. Debemos conducirnos en todos los ámbitos, también en materia de ciudadanía, con una dignidad y una congruencia tales que puedan adoptarse como referentes por nuestros alumnos y por la sociedad.

Con el deseo de cumplir este deber, los profesores que aquí escribimos damos a conocer nuestras motivaciones para apoyar la candidatura de Enrique Alfaro a la gubernatura de Jalisco.

Este no pretende ser, pues, un espacio neutro de análisis político. Nos proponemos, sí, permanecer fieles a la verdad.

Hemos tomado posición con la más absoluta libertad, sin privilegios que ganar o que perder. Rendimos un testimonio público con la única aspiración de que sea tomado en cuenta por el solo valor de nuestras ideas y porque nos mueve un único interés: Jalisco.

viernes, 15 de junio de 2012


Desde ahora rival a vencer es Enrique Alfaro

Por si quedaba duda, después del debate del pasado 10 de junio de los contendientes a la gubernatura de Jalisco,  el candidato a vencer no es el priista Aristóteles Sandoval, sino Enrique Alfaro Ramírez, de Movimiento Ciudadano. Lo digo por las siguientes razones:

1.-  Fue el candidato más mencionado, en el debate “marcó la pauta” del resto. A pesar de que se esperaba que el más atacado fuera Aristóteles Sandoval, éste lució como candidato retador en lugar de candidato a vencer. El candidato del PAN, Fernando Guzman,intentó endilgarle algunas acusaciones, las cuales lejos de exhibir a Enrique Alfaro, demostraron que pese a que sostiene lo contrario, está desesperado por su caída en las preferencias electorales.

2.- Resultó ser el ganador del debate, pese a que el ejercicio de medición de Reforma (abierto a suscriptores) marcó como favorito a Aristóteles Sandoval, el ejercicio más creíble fue el de varios expertos y líderes de opinión convocados por el mismo grupo Reforma, quienes calificaron con 8.1 de calificación a Enrique Alfaro, mientras Aristóteles Sandoval obtuvo sólo un 5.4 de calificación. Y digo que la de expertos fue la más significativa porque se descubrió que el PRI, utilizó su llamado “Troll Center” para distorsionar las preferencias del debate abierto a suscriptores de Reforma. Detalles de las calificaciones del debate pueden ser revisados enhttp://gruporeforma.mural.com/graficoanimado/comunidad/debate_jalisco2012/segundo_debate.pdf.

3.- Enrique Alfaro lució aun más seguro y contundente que en el primer debate del 1º de mayo, demostrando que tiene madera de orador y que tiene la altura que el cargo de Gobernador requiere.

4.- A diferencia del primer debate, logró sacar de sus casillas a Aristóteles Sandoval, quien de forma inexplicable acusó a Enrique Alfaro de haber tenido negociaciones y tratos con Raúl Padilla y el “Güero Barba”, quienes son conocidos aliados  actuales de Aristóteles e incluso dos miembros de la familia del “Güero Barba” son candidatos del PRI, uno a la alcaldía de Tlaquepaque  y otro a diputado Federal (Alfredo y Marco, respectivamente). Este ataque por parte de Aristóteles sólo reflejó frustración, pues acusa a Alfaro de haber estado aliado con quienes hoy son claramente cercanos al priista. Estas alianzas evidentemente no son del todo populares, ya que Raúl Padilla es un villano favorito de la opinión pública y los Barba son un ejemplo de dinastía sindicalista que acapara poder. Que Aristóteles perdiera la cabeza y en un debate abriera “friendly fire” -fuego amigo- contra los propios, causó cuando menos incomodidad de los propios priistas y en lugar de perjudicar a Enrique Alfaro, pudiera costarle apoyo al mismo Aristóteles.

5.- En el debate se logró polarizar la elección. Como un efecto colateral de que incluso Fernando Guzmán y Fernando Garza atacarán al Enrique Alfaro, el ejercicio le acarreó al candidato de Movimiento Ciudadano el rédito de que se transmitiera un mensaje claro: que Fernando Guzmán y el PAN están fuera de la contienda, que la elección es entre dos, Aristóteles Sandoval o Enrique Alfaro, y que el voto panista se percibe mucho más cercano a Movimiento Ciudadano que a su más acérrimo rival histórico. Así, sin quererlo, Guzman le cedió el voto útil panista a Alfaro.

A pesar de la poca difusión y la total falta de sentido común de “encimar” un debate local en la misma fecha que un debate presidencial (sobre todo que ambos fueron en Guadalajara), el debate dio para hablar de Enrique Alfaro, y hablar bien, lo que no puede más que seguir apuntalando su vertiginosa escalada en las preferencias electorales, justo en la recta final de las campañas.


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Salvador Gallo Korkowski @sgallok

martes, 12 de junio de 2012


Ilusión por despertar y resurgir…
Elvira Villalobos Chaparro
Derecho

Hace muchos años que no sentía esta gran ilusión que ahora estoy viviendo,  ilusión que me ha surgido ante la posibilidad de que las cosas cambien en nuestra sociedad.
Ilusión porque nuestros gobernantes, que es a quienes corresponde administrar los recursos públicos y coordinar los esfuerzos para crear las condiciones de bien común, de verdad pensarán en gobernar coordinando los esfuerzos de todos, para que mediante las virtudes de la solidaridad, la subsidiaridad y la justicia, hagamos posible que todos y cada uno de los miembros de nuestra comunidad tengamos lo que es necesario (satisfactores materiales e inmateriales) para desarrollarnos como personas, con todas las capacidades que  tenemos en potencia, al ser un compuesto substancial de cuerpo material orgánico y alma espiritual y que poseemos una eminente dignidad y un fin temporal y otro trascendente y que, por falta de oportunidades, muchos de nuestros compatriotas no logran alcanzar.
He sentido mucha alegría al presenciar eventos en los que, para escuchar a Enrique Alfaro, se reúnen jóvenes y adultos, pero sobre todo jóvenes comprometidos con el bienestar social y que no me cabe duda, están viviendo este despertar a la vida política, con el verdadero sentido de contribuir a cambiar esta sociedad, la cual nos había caracterizado por los valores familiares y sociales,  pero que por tantos años de vivir sin un mando comprometido en la construcción de esas condiciones de bien común, fuimos perdiendo la esperanza y hemos permitido que las cosas lleguen hasta el punto de tocar fondo.
Surjamos de este fondo y trabajemos, cada quien en lo que nos corresponde, pero dirigidos por una autoridad honesta y responsable, para salvar a nuestra patria de la corrupción pública y privada en que vivimos y que hemos llegado a admitir como la cosa más normal.


Opinión

Héctor González Schmal
Fundador y antiguo Director
de Posgrados de Derecho

La política, entendida en su recto significado como el instrumento por excelencia de participación responsable del ciudadano en la cosa pública, es quizá la actividad más alta que puede desempeñar el hombre en sociedad.

Los partidos políticos son los organismos intermedios que en la teoría y práctica democráticas son indispensables para organizar la participación ciudadana en la consecución y ejercicio del poder público.

No obstante, es una percepción generalizada que en los últimos años los jóvenes, en general, se han sentido poco atraídos al estudio de estas cuestiones y menos aun a la participación concreta en la vida política, y ello se debe, en mi opinión, a la explicable desilusión que les ha provocado la desnaturalización y corrupción en que ha devenido el actual sistema de partidos en nuestro país: desnaturalización porque de ser medios para agrupar una parte de la ciudadanía en torno a un catálogo de principios de doctrina y a un programa de gobierno en orden al bien común, se han convertido en un fin en sí mismos para obtener y retener el poder por el poder mismo con un irritante sentido patrimonialista, y corrupción porque se han convertido en meras agencias de colocaciones para satisfacer intereses personales o de grupo muy alejados del bien común regional y nacional.

En la inédita coyuntura político-electoral que estamos viviendo en Jalisco, frente a los acartonados estereotipos de partidos y actores tradicionales, ha surgido en el escenario para contender por la gubernatura una figura refrescante que con inteligencia, claridad de ideas y rigor ético ha planteado la posibilidad de un verdadero cambio y que nos hace recuperar la esperanza en el mejor destino que merece Jalisco.

Enrique Alfaro es un joven líder de reconocida eficacia y probidad en su desempeño público que no ignora ni las dificultades inmediatas para lograr el triunfo electoral (desde la limitación inequitativa de recursos económicos y mediáticos hasta la orquestación de toda clase de vituperios), ni tampoco las que enfrentaría de llegar al cargo. Con realismo y al mismo tiempo con ilusión por un mejor futuro para nuestro estado ha venido planteando una serie de propuestas sensatas, innovadoras y valientes, en los principales temas de gobierno que interesan a nuestra sociedad (seguridad, justicia, economía, educación, pobreza, salud, igualdad de oportunidades etc.), y ha sabido rodearse de un excelente y eficiente equipo de asesores que comparte con él la mística del servicio y la convicción de que el proyecto es posible.

Tenemos, pues, especialmente los jóvenes, la oportunidad de recuperar nuestro derecho ciudadano a hacer verdadera política democrática y encauzar a Jalisco en una ruta prometedora, conscientes de que ese derecho entraña el correlativo deber de continuar después nuestra participación coadyuvando como ciudadanos, tanto en la implementación de los nuevos programas que se compadezcan con el bien común, como en el ejercicio responsable de la crítica constructiva.

jueves, 7 de junio de 2012


Nunca más tendremos dueños…

Rubén Darío Gómez Arnaiz
Derecho
Twitter: @RubenDarioGA

“El hombre ha nacido libre y por doquiera
se encuentra sujeto con cadenas”
(Jean Jacques Rousseau)



Nuestra Constitución proclama en su artículo 39 que la soberanía reside esencial y originariamente en el pueblo.

Más adelante, en su artículo 41, aclara que el pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión y los de los Estados –la democracia representativa supone estos primeros intermediarios–  y que la renovación de éstos se realiza mediante elecciones en las que participan los partidos políticos, segundos intermediarios.

Según la definición constitucional, los partidos son entidades de interés público cuyo fin es promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de la representación nacional y, como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público. Este es el mandato constitucional de los partidos: ser instrumentos de la soberanía popular en el contexto de una democracia representativa.

Fuera de estas dos o tres pinceladas programáticas, el resto de la normativa constitucional se enfoca en las prerrogativas de los partidos: financiamiento público, acceso a medios de comunicación, duración y tenor de las campañas políticas, instancias de decisión e impugnación, etc.: Un sistema que se replica sin variantes significativas en Jalisco y cuyo hilo conductor es el protagonismo y los privilegios de estos intermediarios.

A la vista del diseño constitucional de nuestra democracia y de su contraste con nuestra realidad, nos preguntamos si es posible acortar la brecha de la soberanía popular, primero logrando una democracia representativa más auténtica y, en último término, viviendo una democracia participativa.

Y es que nos sucede a los ciudadanos lo que a los asistentes a algunos conciertos de jazz contemporáneo. Se supondría que la audición es para nosotros, pero al poco tiempo los músicos son los únicos que se divierten.  Así es, los partidos hacen su política, pactan entre sí sus reglas en su beneficio, eligen sus candidatos y hacen sus campañas. Lo malo es que todo esto lo hacen con nuestro dinero, con nuestras instituciones y casi siempre a nuestro disgusto.

Parecería que no hay mucho que podamos hacer. Son ellos los verdaderos amos de la Nación y de todo cuanto contiene, incluida la propia Constitución que les da vida y la que sería preciso reformar para lograr un cambio de fondo. No es razonable albergar la esperanza de que lo hagan espontáneamente. Aquel medio por el cual se suponía que ejerceríamos la soberanía se ha vuelto contra nosotros.

Ratones eligiendo gobiernos de gatos como en “Mouseland” http://www.youtube.com/watch?v=7fNI5Hnjydo) o un hechizo que se rebela contra su artífice, como en “Aprendiz de Brujo”. El lector elija el argumento. La realidad es la misma: son ellos contra nosotros.

El peor botón de muestra es quizá el binomio corrupción-impunidad.  Los partidos políticos son de hecho las primeras y más eficaces estructuras de impunidad. Los actos de corrupción y las ineptitudes de los políticos entran en “cámara de compensación” y ahí, entre ellos, se silencian y se saldan mediante ecuaciones ocultas. La observancia de la ley se negocia a espaldas y en perjuicio de los ciudadanos, los funcionarios reciben las instrucciones oportunas y la corrupción lo inunda todo, sencillamente porque sus agentes saben que quedarán impunes.

Hoy la ciudadanía que clamaba cambio en Jalisco poniendo sus esperanzas en el PAN se encuentra decepcionada ante la evidencia de que tampoco este instituto político escapa a esta vergonzante realidad.

La preeminencia de los partidos y su degradación son lo que me hace sostener hoy, que lo que está en juego en Jalisco es sobre todo esto: cambiar de dueños o librarnos de ellos.

Me parece evidente que si elegimos a Aristóteles Sandoval, será el PRI quien gane y que, guardadas las proporciones, lo mismo es aplicable al voto por el PAN. Simple diferencia de grado.

En cambio, la opción por Enrique Alfaro sí implica un giro cualitativo. Se trata de la única oferta política genéticamente capaz de vigorizar nuestra soberanía. Me explico.

El triunfo del PRI o del PAN tendría como causa eficiente no el voto de la ciudadanía, sino el conjunto de variables que aun son capaces de inducir ese voto. Entre otras: nuestros propios impuestos operando a su favor, las estructuras partidistas, los aparatos gubernamentales, las redes clientelares, los compromisos, los spots en medios, las encuestas manipuladas y un largo etcétera... La lealtad del gobernante seguiría rendida no a quienes lo votaran, sino a quienes dominan y proveen esas variables.

El triunfo de Enrique Alfaro sería, en cambio, muy difícil de atribuir a una causa que no fuera el despertar de la conciencia ciudadana que este político ha suscitado. No le debería la elección a su partido (virtualmente desconocido en Jalisco) ni a estructuras formales, ni al dinero público, ni a los medios de comunicación ni a poderes fácticos. La causa eficiente seríamos los ciudadanos: el pueblo, diría nuestra Constitución, que se haría escuchar con más fidelidad, con un intermediario menos.

Esta es una hipótesis preocupante para los partidos políticos y muy esperanzadora para la gente. No nos jugamos seis años de gobierno, sino la dignidad y la confianza de los ciudadanos en nosotros mismos. La conciencia de que los ratones podemos librarnos de los gatos, de que el aprendiz de brujo puede aprender la lección y dominar el hechizo.

La victoria de Enrique Alfaro no es puerto de llegada, sino punto de partida. El rumbo: una soberanía más genuina y operativa, base y laboratorio para alcanzar la mayoría de edad en una democracia participativa y, a la postre, mejores gobiernos, espoleados por una ciudadanía que se informa, se respeta y manda.

Hay entusiasmo en Jalisco. A partir de este primero de julio, nunca más tendremos dueños…

ARISTÓTELES SANDOVAL: DE PROMESAS INCUMPLIDAS Y PROMESAS QUE ESPEREMOS NUNCA SE CUMPLAN.


Salvador Gallo Korkowski
Derecho
Twitter: @ sgallok

Es un hecho que Aristóteles Sandoval no cumple, falta tan sólo recordar su promesa de los trenes voladores (http://jalisco.milenio.com/cdb/doc/impreso/9094770) para darse cuenta como a los jaliscienses abierta y descaradamente nos mintió. Pero para la presente elección no sólo deberíamos preocuparnos de las promesas irrealizables, sino de aquellas que de realizarse afectarían la de por si endeble seguridad en nuestro estado.

Como si fuera campaña de marketing para una novela más, actores de televisa nos venden la propuesta del partido rémora del PRI, el PVEM, tanto a nivel federal como local la “cadena perpetua a secuestradores”.

¿Qué pasaría si Aristóteles propusiera y los diputados Pri-verde-ecologistas que en Jalisco se penara con cadena perpetua a secuestradores?

La respuesta es que en Jalisco, lejos de inhibirse el secuestro se aumentaría de forma radical la posibilidad de que a los secuestrados los ejecuten; el delincuente sabría que liberar a su víctima aumentaría las posibilidades de que se le identificara y por ende que cayera en prisión, en cambio si el secuestrador, consciente de que el asesinar a su víctima no le acarrearía “costos extras”, dado que de caer preso tendría la misma pena si asesinase o no a la víctima, le convendría evitarse las posibilidades de ser identificado por el mismo “costo”.

¿Abona esta propuesta para un Jalisco más seguro? No, sólo aumenta las posibilidades de que los secuestrados fallezcan a manos de sus plagiarios.

Es muy diferente hacer propuestas populistas, impulsadas por un partido familiar parásito del sistema electoral, a realizar una verdadera re-estructura de nuestro sistema de seguridad, comprendiendo que los verdaderos cambios no están en la pirotecnia legislativa sino en verdaderas políticas públicas, como las planteadas por Enrique Alfaro de la mano de verdaderos expertos en la materia como el Dr. Zepeda Lecuona. 

miércoles, 30 de mayo de 2012




" #YOSOY132 "
por Oscar J. Ramirez Castellanos



Nuevamente los jóvenes universitarios nos ponen el ejemplo y alzan la
voz ante la manipulación evidente de la información por parte de medios
de comunicación más importantes del país y de cada una de las entidades
federativas.


Pareciera que la consigna de los medios de comunicación y el propósito
de este proceso electoral es dar preferencia a las apariencias, al show y al
dispendio de recursos, a los temas que polarizan y distraen la conciencia
y el intelecto de los votantes. Todo esto con la finalidad de apostar
a la desmemoria, al “no pasa nada” mientras dura la campaña y a la
desinformación de los ciudadanos, como cada 6 años.


Sin embargo, surge un ya basta, surge un movimiento desde la voz de los


jóvenes, desde las aulas universitarias, desde quienes tienen en sus manos
el futuro de nuestro México, como acertadamente dicen los políticos
–aunque lo afirmen sólo retóricamente –. El único reclamo de los
universitarios es "...tener una elección libre e informada desde el votante,
democracia e igualdad en los medios de comunicación." 1 Este legítimo


reclamo se resumiría, pues, en contar con:


1.- Información Real.


2.- Manejo ético de la información, y


3.- Sin favoritismos en los medios de comunicación.


Me atrevería a asegurar que, con el nacimiento del movimiento cívico
#Yosoy132, quienes definirán estas elecciones de 2012 serán los jóvenes
de entre 18 y 30 años, quienes representan aproximadamente el 30% del
padrón electoral. Y ello, independientemente de que formen o no parte de
esta organización.


Como reflexión, quienes ya cantaban victoria o les parecía un camino
liso y llano al controlar a los medios, para ganar tanto la Presidencia de
la República como la Gobernatura de nuestro estado, se han encontrado
con una juventud activa, con una sociedad civil participativa que lucha
diariamente por un objetivo: cambiar la historia y ser parte de ella.

twitter: @castellmo
Facebook: Oscar J. Ramirez Castellanos


[1] http://yosoy132.mx/ (consultado el 30 de mayo de 2012).

martes, 29 de mayo de 2012


Lo público no estatal en la reforma del Estado
Despolitización de la Obra Pública.


Carlo Hebert Gómez Arnaiz
Contaduría

Estudios internacionales señalan que la infraestructura es un elemento clave en el combate a la pobreza, en la promoción del crecimiento económico y en el desarrollo social.
Por ello, no resulta extraño observar que muchas de las ofertas políticas de los candidatos a puestos de elección popular estén centradas en el desarrollo de infraestructura.
Desafortunadamente, con frecuencia se encuentran en este renglón graves problemas de corrupción de gobernantes y políticos.
Un problema adicional es la falta de continuidad y seguimiento a las obras públicas realizadas, consecuencia de los cambios de gobierno.
Se hace prioritario, pues, encontrar mecanismos que permitan, por un lado, incentivar el desarrollo de la infraestructura y, por el otro, evitar que los proyectos sean manipulados con fines políticos y sean caldo de cultivo de la corrupción.
Los estudios internacionales aludidos también señalan que una figura de creciente uso por su eficiencia y eficacia para el desarrollo de infraestructura es la de las asociaciones público-privadas (APP).
De todo lo anterior concluimos que es necesario lo siguiente:
1.   Un plan o programa de infraestructura de largo plazo (20 años) en cuya realización sea determinante la participación ciudadana y los organismos empresariales.
2.   Formación y estructuración de fondos de desarrollo con la aportación de los empresarios, del sector financiero (nacional y extranjero), así como el estado y la federación, en la inteligencia de que la asignación y aplicación de los recursos será:

a.   Determinada y aprobada por comités integrados mayoritariamente por la iniciativa privada.

b.   Destinada a la realización de las obras y servicios señalados en el plan de desarrollo formulado.

c.    Empleando la figura de asociaciones público-privadas (APP).

3.   Creación de comités con participación mayoritaria del sector empresarial, encargados de diseñar las bases, gestionar y adjudicar las licitaciones públicas.

Observando la trayectoria del Ing. Enrique Alfaro como Presidente Municipal de Tlajomulco, concluimos que su visión es la que más se acerca a lo que aquí planteamos para nuestro estado. Damos tres razones:
1.   La ciudadanización y despolitización de los proyectos de infraestructura guarda un símil cercano con los presupuestos participativos implementados por el gobierno del Ing. Enrique Alfaro en Tlajomulco.

2.   Tlajomulco fue el primer municipio del país en implementar una asociación público-privada (APP)

3.   Se combatió eficazmente la corrupción. Recientemente CIMTRA reconoció a Tlajomulco como el municipio más transparente del país.
Esto se logró a pesar de un marco normativo insuficiente. Por eso, aunque serían necesarios ajustes a la legislación estatal para despolitizar la infraestructura (en particular en lo relacionado con las asociaciones público-privadas), lo más relevante es contar con un gobierno como el que encabezó Enrique Alfaro, con voluntad política para alcanzar el objetivo, incluso en la eventualidad de un bloqueo legislativo.